LECCIÓN No. 9  (regresar al índice)

PREGUNTAS CONCERNIENTES AL MATRIMONIO

PARA ESTUDIO: I Corintios 7:1-40.
LECTURA DEVOCIONAL: I Corintios 7:1-40.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 7:19.

PROPÓSITO

Entender los principios bíblicos que norman la conducta matrimonial.

I.  INTRODUCCIÓN

     Los hermanos de Corinto habían escrito una carta al apóstol Pablo, en la que le preguntaban, entre otras cosas, respecto al matrimonio.  Él les responde a esas preguntas en este capítulo 7.

     Lamentablemente no conocemos las preguntas que ellos hicieron, pues de esa manera sería más fácil interpretar este capítulo.

     Pero veremos algunos de los posibles problemas que se daban en Corinto, para que nos sirva como una referencia para deducir las posibles preguntas.

1.  Muchos de los corintios todavía tenían la influencia de la filosofía griega, que enseñaba que el cuerpo es pecaminoso.  De esto se desprendían dos enseñanzas: la primera decía: “Yo puede hacer todo lo que el cuerpo me pida, sin ensuciar mi alma, porque de todos modos el cuerpo es malo”.  La segunda decía: “Hay que negarnos a todos los deseos naturales del cuerpo”, o sea, que como el cuerpo es malo, hay que martirizarlo.  Por esto último, posiblemente algunos corintios creían que los que no se casaban eran más santos que los que se casaban.  (La Iglesia Católica tiene este concepto del celibato, pues exigen a sus sacerdotes que no se casen).

2.  Algunos corintios creían que el cambio de fe exigía también cambio de estado civil.  Sostenían que si una persona aceptaba a Cristo y era casado, tenía que abandonar a su esposa para poder servir a Cristo.

3.  Otros creían que todos debía casarse sin importar su don.  Esto también era un error.

4.  Otro aspecto que debemos tomar en cuenta es que Pablo escribe algunas cosas que son aplicables únicamente a ciertas condiciones que eran puramente locales.  Por lo mismo no se puede aplicar en forma literal a todos los cristianos de todas las épocas.  Esto no quiere decir que rechacemos la enseñanza de la Biblia, sino que aprendamos a sacar los principios bíblicos de cada situación local o particular para que nos sirva en la actualidad.

     Por ejemplo, en I Timoteo 5:23, el apóstol Pablo le dice a Timoteo que ya no beba agua, sino que use poco de vino por causa de su estómago.  Este versículo no lo podemos aplicar literalmente en nuestros días.  De lo contrario, cuando nos enfermamos del estómago, tendríamos que dejar de beber agua, y tomar sólo vino.  Esto es lo que evitamos cuando aprendemos a extraer los principios bíblicos de situaciones particulares.
Cabe mencionar que algunos comentaristas dicen que en el tiempo del apóstol Pablo había tres tipos de vino: El vino fermentado para emborracharse, el vino que se usaba con fines medicinales (como un jarabe) y el vino que era un fresco normal no fermentado.  De acuerdo con esto, se entiende que el apóstol Pablo recomendó a Timoteo a que tomara vino medicinal (un jarabe para su estómago) y no vino fermentado exclusivo para emborracharse.


II.  EXPOSICIÓN

A.  CONSEJOS PARA LOS QUE PIENSAN QUE LOS CRISTIANOS NO TENDRÍAN QUE CASARSE (vs. 1-2)

     Pablo dice “bueno le sería al hombre no tocar mujer”.  Este “bueno” no se refiere al aspecto moral, como queriendo decir que el casamiento es inmoral, sino que habla de conveniencia, por causa de la necesidad que apremia (v. 26).

     “Pero por causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una, su propio marido”.  Pablo ve las ventajas de una persona soltera, porque dispone de más tiempo para dedicarlo a la obra del Señor; pero también admite que no todos tienen la capacidad de llevar una vida así.  Por eso dice: “En vez de que fornique, mejor que se case”.

     El apóstol Pablo, también, tenía un concepto muy alto acerca del matrimonio, que incluso lo comparó con la unión de Cristo y su Iglesia (Efesios 5:21-33).

     Pablo sabía que Dios aprueba el matrimonio y lo bendice (Hebreos 13:4).  No hay razón alguna para que algunos vean con malos ojos la unión sexual de los esposos, siendo que Dios aprobó desde el principio (Génesis 1:22).  No creamos esa mentira que el pecado de Adán y Eva fue que tuvieran relacione sexuales, pues eso equivale a decir que Dios se contradice.


B.  CONSEJOS PARA LOS QUE CREEN QUE LOS CASADOS TIENEN QUE ABSTENERSE DE LAS RELACIONES SEXUALES (v. 3-7)

     Esto lo escribe posiblemente como una respuesta a los que creían que los cristianos debían abstenerse de tener relaciones sexuales.  Pablo les dice que esa prohibición es un error muy grande, pues los esposos tienen el deber de no negarse el uno al otro.  Deben comprenderse mutuamente.  El esposo tiene que preocuparse por las necesidades de su esposa, como también la esposa tiene que preocuparse por las necesidades de su esposo.

     Aquí aprendemos principios tan precisos para el matrimonio.  El apóstol presenta en el v. 4 el matrimonio como una unidad, en la que el marido no puede actuar independiente de su mujer, ni la mujer de su marido.  Y esto tiene validez también en lo que a relaciones sexuales se refiere.  Muchos matrimonios se destruyen porque cualquiera de los dos cónyuges se niega a tener dichas relaciones con su compañero.

     El versículo 5 nos habla de las consecuencias lamentables que acarrea el que los esposos se nieguen a las relaciones sexuales.  “Que no os tiente Satanás”.  O sea, que si se niegan, el diablo tendrá la puerta abierta para tentarlos.  Hay un tiempo en que se pueden abstener, pero debe ser de mutuo acuerdo.  A veces se cree que en cuanto a este campo, es el hombre el que manda y que la mujer sólo tiene que obedecer, pero la Biblia adjudica los mismos derechos a ambos.  Hay situaciones especiales, tales como tiempos de oración, que pueden llevar a los cónyuges a un acuerdo de abstinencia.

     ¿Qué quiere decir el versículo 6?  Esto no quiere decir que lo anterior Pablo no lo había escrito bajo dirección divina, sino lo que quiere recordarles es que a este respecto, Jesús no dejó ningún mandamiento específico.  Recordemos que Pablo era apóstol y como tal fue escogido por Dios para que enseñara en su iglesia.  Por lo que esta Palabra tiene la misma autoridad que la de cualquier otro libro de la Biblia.

     “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo” (v. 17).  Esto no es un mandamiento, sino una opinión personal que expresa una opción de acuerdo a la conveniencia del apóstol.  Además, dice también, que cada uno debe vivir “conforme su propio don”.

     Se supone que Pablo fue soltero por toda su vida.  Sin embargo, existen algunas posibilidades de que haya sido casado.  Posiblemente su esposa había muerto o lo había abandonado cuando recibió a Cristo.  Veamos algunas posibles evidencias que demuestran que Pablo haya sido casado.

1.  Las enseñanzas ortodoxas judías contemplaban el matrimonio como una obligación; y Pablo fue un rabino destacado porque no había faltado a ninguno de los deberes de la ley y la tradición.

2.  Hechos 26:10 dice que Pablo dio su voto para que mataran a unos cristianos.  Esto indica que él era miembro del Sanedrín; de lo contrario, no podía votar.  Y uno de los requisitos para pertenecer al Sanedrín era que estuvieran casados.

     Si Pablo fue casado o no, es cuestión de segunda importancia.  Lo importante en este versículo es que cada uno viva de acuerdo al don que el Señor le dio.  Que el que tiene don para no casarse, que no se case, pues si lo hace no será buen compañero de hogar.  Por el contrario, el que tiene el don de casarse, que se case, pues de lo contrario vivirá una vida amargada, pues no tiene la capacidad de vivir soltero o soltera.


C.  CONSEJOS PARA LOS SOLTEROS Y LAS VIUDAS (v. 8-9)

     Pablo cree que lo mejor para los solteros y las viudas es que se queden como están, pero si no tienen ese don, es mejor que se casen, para que la tentación no los destruya.  Por otro lado, en I Timoteo 5:14, Pablo recomendaba que las viudas jóvenes se casen, para no dar lugar a “maledicencias”.

     ¿Por qué Pablo no aconseja lo mismo en Corintios que en I Timoteo 5:14?  Insistimos en que por eso él dice que estos no son mandamientos, sino que el consejo depende de la situación.  Por eso esta palabra no se puede aplicar literal a todos los casos.


D.  CONSEJOS EN CUANTO SEPARACIÓN (v. 10-16)

     Primer caso (v. 10-11).  Deuteronomio 24:1, enseñaba que el marido tenía derecho al divorcio.  Ya para los tiempos del cristianismo este versículo se había malinterpretado.  Había tres escuelas.  La de Shamai decía que podía divorciarse en caso de infidelidad conyugal.  La escuela de Hilel decía que si la mujer no sabía cocinar, este era un motivo justo para el divorcio.  La escuela de Aklba enseñaba que bastaba con que el esposo viera a una mujer más atractiva para poder divorciarse.  Pero Pablo aquí les dice que si una mujer se separa de su marido, sólo le quedan dos caminos: 1.  Que se quede sin casarse.  2. Que se reconcilie con su esposo.  No hay otra opción.  Esto se aplica también a los esposos, y no únicamente a las esposas.

     Segundo caso (v. 12-16).  Se refiere cuando cualquiera de los cónyuges recibe a Cristo.  Algunos creían que el cambio de fe quería decir también cambio de esposo o esposa.  Hoy día hay algunos hermanos ignorando la verdad bíblica exigen al nuevo convertido a que se separe de su cónyuge si éste no es creyente.  Pablo aquí aconseja lo siguiente: 1) Si el no creyente, sea la esposa o el esposo, consiente a seguir casado, no debe separarse (vs. 12-13). 2) Pero si el compañero no cristiano quiere que se separen, la mujer no tiene ninguna culpa en ese caso (v. 12-13).

     Pablo le da una razón a estos cónyuges para que sigan unidos (v. 14-16).  El cónyuge incrédulo y los hijos de tal unión caen bajo la influencia santificadora de una vida cristiana.  Esto no quiere decir que ellos alcanzarán automáticamente la salvación, sino que con el tiempo el buen testimonio de su compañero le hará buscar al Señor.  Esto es lo mismo que dice I Pedro 3:1.  Con lo anterior Pablo no aprueba los matrimonios entre creyentes e incrédulos, pues está hablando de un matrimonio de los incrédulos, pero que uno de ellos acepta a Cristo estando casados.  Pablo desaprueba los matrimonios mixtos (II Corintios 6:14).


E.  INSTRUCCIONES PARA VIVIR LA VIDA CRISTIANA EN CUALQUIER ESTADO (v. 17-24)

     Aquí hay un principio que no se refiere a una situación especial, sino a todas las iglesias.  El v. 17, quiere decir que debemos ser cristianos dondequiera que estemos.  “Brilla en el sitio donde estés”, dice un himno.  La iglesia estaba compuesta por circuncisos, incircuncisos, esclavos, libres, y lo que importaba en este caso no era su situación, sino la clase de vida que llevaban.  Esto era aplicado al matrimonio.  El hecho de haber recibido a Cristo no quería decir cambio en su relación matrimonial.

     Por otro lado, Pablo quiere decirles a ellos, en cuanto a distinciones en lo que se refiere a nacionalidad (Judío o no judío) o lo social (esclavo o libre), lo que importaba era que fuimos comprados por precio por el sacrificio de Cristo (v. 23), y que en la situación en que Cristo nos encontrara que allí le sirviéramos (v. 24).  Esto de ninguna manera debemos permanecer en el pecado.


F.  CONSEJOS ACERCA DE LAS VÍRGENES (vs. 25 y 36-38)

     Estos versículos son bastante difíciles de comprender.  Pero lo que sí entendemos es que si un hombre da a su hija para casarse, no hace mal, sino que hace bien.  Pero si no se casa hace mejor (v. 38).  Esto en referencia a la necesidad que apremia, es decir, la necesidad de dedicar más tiempo a la obra del Señor (v. 26), y porque el tiempo es corto (v. 29), y no porque hubiera algo malo en el hecho de casarse.


G.  CONSEJOS PARA QUE NADA NOS IMPIDA SERVIR A CRISTO (vs. 26-35)

1.  Si alguno se queda soltero, que sea esto una oportunidad maravillosa para servir a Dios (v. 26).

2.  Si estás casado, sirve al señor así; no procures soltarte (vs. 27-28).  Aunque las oportunidades de servir al Señor son mayores para los solteros (v. 32-33).  (Note que no dice que los solteros son más santos que los casados).

3.  “El tiempo es corto”.  Y el que tenga esposa que procure que ésta no le estorbe para servir al Señor (v. 29).

4.  Cualquiera que sea nuestra situación, lo importante es que vivamos una vida honesta y decente, pues de otra manera estaremos impedidos acercarnos al Señor (v. 35).  ¿Qué es lo que afecta aquí para acercarnos a Dios?  ¿La falta de honestidad y decencia, o que seamos casados o solteros?


H.  CONSEJOS PARA LOS QUE DESEAN VOLVER A CASARSE (vs. 39-40)

     Primero nos aclara que sólo se pueden volver a casar en caso de la muerte de su cónyuge.  El otro requisito es que se case “en el Señor”.  Esto indica dos cosas: 1.  Que esté segura que esa es la voluntad de Dios.  2.  Que sólo puede casarse con otro cristiano.

     “Y pienso que yo también tengo el Espíritu del Señor”.  Esto lo dice el apóstol porque en Corinto había algunos que dudaban de su ministerio.  Pero para nosotros es el sello de que lo que él escribe es por inspiración divina.  No existe ninguna razón para dudar de lo que el Espíritu Santo puede hacer a través de sus siervos.