LECCIÓN 37  (regresar al índice)

LA ACTITUD DEL PREDICADOR EN EL PÚLPITO

    Mucho del éxito del mensaje depende de la actitud que el predicador presente al estar frente a su auditorio.  Hay algunas actitudes incorrectas e inconvenientes que será bueno apuntar para evitarlas.

  1. Una actitud pretenciosa.  Se puede manifestar por gestos y por expresiones o palabras con los cuales se dé la impresión de que uno es demasiado capaz para el oficio que está ejerciendo.  Si usa un lenguaje o expresiones que bien sabe son incomprensibles a su auditorio, muestra con ello una actitud pretenciosa.

  2. Una actitud de superioridad.  Si usted comienza diciendo que espera que sus oyentes puedan entender el “difícil” asunto que va a tratar, les hará sentirse inferiores a usted y seguramente no le oirán con gusto.

  3. Una actitud indiferente.  Esta se muestra muchas veces por no levantar jamás su rostro para mirar a su auditorio, como si sólo predicara para sí mismo.

  4. Una actitud egoísta.  Se puede ver cuando el predicador hace demasiadas alusiones a propia persona, a sus éxitos, a su educación, etc.

  5. Una actitud descuidada.  No comience pidiendo disculpas por la pobreza de su sermón que va a predicar, o comenzando a hablar de generalidades de poca importancia.  El descuido en su preparación saltará a la vista y el auditorio nunca excusa al predicador descuidado.
CUESTIONARIO
    1. ¿Cómo se manifiesta una actitud pretenciosa?


    2. ¿Qué actitud hace a los oyentes sentirse “inferiores” al predicador?  ¿Qué resulta de eso?


    3. ¿Cómo se expresa una actitud indiferente?


    4. Al hablar uno mucho de su propia persona, de sus éxitos y de su educación, está demostrando la actitud 


    5. ¿Cómo se comienza generalmente cuando hay actitud descuidada?


APRENDIENDO NUEVAS PALABRAS

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