LECCIÓN 33  (regresar al índice)

EVITANDO LAS MULETILLAS

    “Muletillas” es el nombre que el Rev. Samuel Vila da en su libro Manual de Homilética, a las palabras o frases interruptoras que el predicador intercala en su discurso, y las cuales tienen el objeto de dar tiempo a su mente para pensar lo que a continuación va a decir.  Dichas “muletillas” no serían necesarias ni hallarían cabida en un sermón escrito, ya leído o memorizado.  Pero casi siempre resultan necesarias para cualquiera que se atreva a hablar improvisadamente, bien que por ningún motivo su uso puede justificarse, pues son del todo inconvenientes y de muy mal sabor.  El mismo autor citado nos da una lista de “muletillas” de las más corrientes, de las cuales les damos algunas:  “precisamente”, “verdaderamente”, “sencillamente”, “de cierto”, “en verdad”, “oportunamente”, “amigos míos”, “amados hermanos” “en vista de que” etc.  Sin faltar a la reverencia, nosotros podríamos añadir las siguientes:  “amén, ¿hermanos?”, “aleluya”, “gloria a Dios”, etc.

    También son “muletillas” las frecuentes e innecesarias citas de alguna porción bíblica, como:  “todas nuestras obras son como trapos de inmundicia”, etc.  El uso demasiado frecuente de tales cosas llega a constituir un abuso de algo que usado oportunamente y sólo de vez en cuando, sería bueno y añadiría interés al  mensaje.  En vez de esto se vuelven fastidiosos y casi insoportables.

CUESTIONARIO

    1. ¿Qué son las muletillas?


    2. ¿Por qué son usadas mucho por los predicadores que predican improvisadamente?


    3. Por ningún motivo su uso puede ____________________________, pues son del todo _________________________ y de muy mal ________________________________.
    4. ¿Qué es el resultado del constante uso de las “muletillas”?


APRENDIENDO NUEVAS PALABRAS

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