PARA ESTUDIO: Marcos 10.
LECTURA DEVOCIONAL: Juan 15:1-11.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Marcos 8:35.

PROPÓSITO

    Explicar que las demandas de un discípulo de Cristo son de completa obediencia a Dios en fe y amor.

OCASIÓN

    Fue hasta después de que Pedro confesara que Jesús era el Cristo, que Él comenzó a enseñarles a sus discípulos el verdadero significado de su pasión.  Nuevamente al pasar por Galilea, les hizo referencia de su muerte y resurrección.  Luego volvieron a Capernaum.  Eran muchas las preguntas que llenaban las mentes de los discípulos, y esta vez querían saber quién llegaría a ser el mayor en el reino de los cielos.  Pero Jesús les enfatizó que debían vivir de tal manera como para no ser tropiezo de nadie.  Se fue nuevamente de Galilea hacia Jerusalén, y los fariseos le llevaron preguntas sobre el matrimonio y el divorcio, llegaron niños y les bendijo y también les ilustró el camino de entrada al cielo.  Multitudes se llegaron a Él nuevamente, y fue precisamente a ese tiempo cuando el joven rico llegó con tan importante pregunta.

    ¿Cuáles son las demandas de Cristo para ser sus discípulos?  ¿Qué cosas nos impiden nuestra comunión con Él?  En una de sus últimas enseñanzas, Jesús les aclaró que para seguirle era necesario dejar todo; esto les dijo con el fin que no hubiera ningún impedimento para servirle y tener comunión con Él. Ser discípulo de Cristo es mucho más que guardar ciertos mandamientos.  Es algo que envuelve la persona completa.  Todo es entregado a Él.  De otro modo no podemos serle fiel.

    Este joven llegó a Jesús corriendo porque para él eso era algo muy importante para su vida.  A pesar de su alta posición en la sociedad, se arrodilló humildemente delante de Jesús, y le dijo: “Maestro bueno”.  Llegó con un espíritu de obediencia: “¿Qué haré para poseer la vida eterna?”  Quería poseerla, y por eso le llamó “Bueno” y llegó a preguntarle.  ¿Por qué le respondió Jesús que por qué le llamaba bueno, si sólo Dios es bueno?  ¿Estaría admitiendo que Él tenía pecado?  No.  Sólo quería ver si aquel joven le había reconocido ya como su Dios, que le llamaba bueno.  Jesús le amó porque vio su sinceridad, pero ésta en sí no le pudo salvar.  Él había guardado todos los 10 mandamientos, pero eso no era suficiente.  Para seguir a Jesús necesitamos mucho más que guardar los mandamientos.  Necesitamos primero amarle con todo nuestro corazón y renunciarnos a nosotros mismos para permitirle que Él nos guíe según su voluntad y no la nuestra.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1. Haga una lista según Marcos 10:31 de las palabras que muestran los requisitos para poseer la vida eterna.  ¿Cómo podemos aplicarlas a nosotros en estos días?
2. ¿Por qué rechazó el joven rico el llamado de Jesús?  ¿Por qué hay tanta gente que rechaza de igual manera al Señor?

    Los judíos tenían un dicho así: “Nadie puede ver una palmera de oro, ni nadie puede pasar un camello por el ojo de una aguja”.  Pero la figura usada por el Señor en el versículo 25 simplemente expresa que lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.  Solamente Dios puede quitar del corazón del hombre su amor a las cosas mundanales y sembrar el amor a Él y los semejantes.  En su gracia, ricos y pobres pueden alcanzar la salvación sin tan sólo entran por la puerta.  Cristo es la puerta, y si alguno rehúsa entrar por Él, tendrá que quedar fuera.  El joven rico sí podía entrar en el reino de los cielos, pero era necesario que diera a Jesús el primer lugar, cosa que no estuvo listo a hacer.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1. ¿Será malo tener riquezas?  ¿Serán las riquezas en sí mismas las que nos impidan entrar al cielo? (II Timoteo 6:6-11).
2. ¿Cómo nos enseña este incidente que debemos entregarnos por completo al Señor?

    Cuando Pedro le preguntó que habría para aquellos que habían dejado todo por seguirle, Jesús les dio la gran promesa de sus bienes ser multiplicados cien veces más, y sobre todo, la vida eterna.  Ciertamente, el discípulo del Señor recibe bendiciones abundantes y nunca es desamparado por Dios en sus necesidades.  Los que dejemos todo por seguir a Jesús llegamos a participar de riquezas incomparables.  Aun persecuciones podrán venir contra los hijos de Dios, pero lo que éstos disfrutan no lo recibe nadie.  Ahora, en el versículo 31 hay una advertencia, de que los primeros serán postreros y los postreros, primeros.  Tenemos que ser firmes y mantenernos alertas no sea que después de haber abandonado el mundo estemos regresando a él y sus vanas costumbres.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1. ¿Por qué requiere Dios una rendición total a Él?  ¿Qué significa eso para usted?
2. ¿Qué podemos hacer en nuestra iglesia para que todos nos entreguemos incondicionalmente y que Él nos forme según su voluntad.

1. Si su vida está entregada completamente a Dios, Él supliría lo que le falte.
2. Una completa consagración, no significa sólo la dedicación de nuestras posesiones.  Es más bien la entrega total de nuestra voluntad, la cual incluirá todo lo que tenemos.
3. Es cierto que para nosotros sería muy difícil pasar un camello por el ojo de una aguja, pero Dios ha hecho algo mucho más difícil al alcanzar con su gracia a muchos.

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