LECCIÓN No. 9  (regresar al índice)

TIEMPOS ESPECIALES PARA LA ADORACIÓN
(Fiestas Nacionales)

PARA ESTUDIO: Levítico 23.
LECTURA DEVOCIONAL: Isaías 56:4-7; 58:13-14.
TEXTO PARA MEMORIZAR: I Corintios 5:8.

PROPÓSITO

     Analizar el propósito de las fiestas que Dios estableció para el pueblo de Israel y su implicación en nuestra vida actual.

DESARROLLO DE LA LECCIÓN

     En esta lección y en la siguiente estaremos estudiando las fiestas nacionales de la nación de Israel en el tiempo del Antiguo Testamento.  Estas fiestas, como los otros elementos del sistema levítico, tienen simbolismos y tipologías especiales para nosotros los cristianos del día de hoy.

     Observar las fiestas, era una manera en que el pueblo reconocía a Dios como dueño de sus tierras, de sus cosechas, de su tiempo y de ellos mismos.  Notamos especialmente que el número siete es el número clave de estas fiestas.  Este número simbolizaba algo completo; el día octavo o el día después del sábado significaba algo nuevo o una nueva creación.  En el calendario judío había una serie de sietes:

1.  Seis días de la semana seguidos por un día de descanso.
2.  Seis meses del año seguidos por el mes sabático en que ocurría el Día de Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos.
3.  El ciclo de 6 años seguidos por el año sabático.
4.  Siete sietes de años conducía hasta el Año de Jubileo.
     (Walter C. Wright.  The Sacrificial System of the O. T., p. 147).
     El capítulo 23 de Levítico comienza con el mandamiento del reposo.  El séptimo día de cada semana era apartado para Jehová.  En ese día no se hacía ningún trabajo.  Eso era para hacerles recordar siempre a Jehová, quien los había sacado de Egipto (véase Deuteronomio 5:12-15).  Además, Dios creó los cielos y la tierra en seis días y descansó el séptimo día.  Por eso, ellos también tenían que guardarlo (véase Éxodo 20:8-11; 31:12-17).  Era un día en que debían dejar a un lado todos sus trabajos, y dedicarse a adorar a Dios.  El día de reposo era muy importante, a tal grado que en Isaías se menciona como un requisito para ser parte del pueblo de Dios (Isaías 56:4-7; 58:13-14).  Nosotros guardamos el primer día de la semana porque nuestra base fundamental es la resurrección de Cristo, que tuvo lugar en el primer día de la semana.  Lo guardamos también porque en el primer día de la semana se inició la iglesia, o sea, en el Día del Pentecostés.  En el Nuevo Pacto también cambió el día que se debe observar.  Si en el Antiguo Testamento guardaban el séptimo día, ahora guardamos el primer día.  En el Nuevo Pacto, el día séptimo fue trasladado al primer día de la semana.  En el Antiguo Testamento el séptimo día lo guardaban obligadamente; ahora el primer día lo guardamos voluntariamente y con gratitud.

     Cuando los adventistas insisten en que guardemos el día sábado, podemos dirigirlos a Romanos 14:5, 6, que nos dicen que el día específico no es la cuestión importante (véase también Gálatas 4:8-11; Colosenses 2:16, 17; y Mar. 2:27, 28; Juan 5:16-18).  El principio básico es que cada siente días, se debe apartar un día para el Señor.  Algunas personas dicen que pueden adorar a Dios sin apartar un día especial de adoración y comunión durante la semana.  Es posible, pero no es probable que lo hagan.  Siempre es dañino para la vida espiritual el no guardar el día del Señor y apartarlo para la adoración a nuestro Dios.


A. CONVOCACIONES

     Había siete solemnidades o convocaciones durante todo el año.  Veamos como sigue:

MES PRIMERO:
1. La Pascua: ........................................................ 14 del mes primero.
2. Solemnidad de los Panes sin Levadura: ........... 15-21 del mes primero.
3. Primicias o Primera Gavilla: ............................. El día después del día de reposo.

MES TERCERO:
4. Fiesta de Semanas (Pentecostés) .....................  50 días después de primicias.

MES SÉPTIMO:
5. Trompetas: ....................................................  primer día del mes séptimo.
6. Día de Expiación: .......................................... 10 del mes séptimo.
7. Tabernáculos (Cabañas) ...............................  15-22 del mes séptimo.


B.  LA PASCUA

     La pascua siempre servía para conmemorar la salida milagrosa del pueblo de Israel de Egipto (véase Éxodo 12:1-28, 41-51).  Era su Día de Independencia.  Se celebraba con el sacrificio de un cordero como en la noche de la salida de Egipto.  Siempre tipifica y enseña una vida derramada para librarnos del pecado.


C.  PANES SIN LEVADURA

     La Fiesta de Los Panes sin Levadura seguía inmediatamente después de la Pascua, y duraba siete días.  Durante ese tiempo no podían comer nada con levadura ni aun tener levadura en la casa.  El primero y séptimo día de estos siete eran de santa convocación en los cuales no se permitía ningún trabajo de los siervos.  Tipificaba la pureza de vida necesaria después de ser redimido por Cristo.  Como el siete es el número de lo completo, muestra la necesidad de guardarse de todo mal por toda la vida.  Israel traía a la memoria su libertad con la celebración de la Pascua; tenía que recordar la separación del mal, separación que Dios quiere.  Para recordar esto tenían que guardarse de la levadura durante esos siete días.  (véase I Corintios 5:7, 8).


D.  PRIMICIAS

     Existe un pequeño problema en cuanto al día exacto en que se ofrecía esta gavilla de primicias.  Solamente dice “el día siguiente del día de reposo”.  Muchos afirman que siempre era el dieciséis del mes.  Según ellos, el calendario se arreglaba de modo que el primero siempre era sábado; desde luego el ocho y el quince lo eran también.  El día siguiente sería el dieciséis, y siempre el primer día de la semana.  Hay otra opinión que dice que la Pascua no caía siempre al mismo día de la semana, pero que siempre se ofrecía la gavilla de primicias el día después del día de reposo.  De todos modos, la gavilla siempre se ofrecía el primer día de la semana y en conexión con la Fiesta de los Panes sin Levadura.  Esto estaba estrechamente relacionado con la Fiesta de los Panes sin Levadura, que algunos no lo consideran aparte, sino solamente como una parte de aquella fiesta.

     En el día después del día de reposo, tenían que ofrecer una gavilla de la nueva cosecha de cebada meciéndolo delante de Jehová.  Una traducción alternativa es que era un homer de cebada.  Era ofrecida con un cordero en holocausto y flor de harina con aceite y una libación de vino.  No podían comer nada de la nueva cosecha hasta después de haber presentado esta ofrenda a Dios.  Servía para hacerles recordar que todo que tenían era de Dios; tenían que ofrecerle la primera parte de la cosecha antes de aprovecharla ellos mismos.  Así nosotros, también, tenemos que recordar que todo lo que tenemos es porque Dios nos ha dado; y debemos reconocerlo siempre como dueño de todo.  Hay que notar que no podían cumplir con este rito de mecer la gavilla de primicias hasta después de entrar en la tierra donde podían sembrar y cosechar.

     Claramente estas tres fiestas tienen sus contrapartes en la vida de Cristo.  Cristo fue el Cordero de Dios sacrificado para librar del pecado a todo el mundo (Juan 1:29, 36).  Es notable e importante el hecho de que Cristo murió durante la conmemoración de la Pascua (Juan 18:28-29).  En el tiempo del Éxodo la sangre del cordero pintada sobre los linteles de las puertas era el medio de salvación del pueblo.  Su antitipo, la sangre derramada de Cristo, es nuestra salvación hoy en día.

     El simbolismo de la fiesta de los Panes sin Levadura es de la pureza de Cristo.  Durante toda su vida se guardó apartado de toda clase de mal; ninguno podía redargüirlo de pecado (Juan 8:46; I Corintios 5:21; Hebreos 4:15, 7:26; I Pedro 2:22, 24; I Juan 3:5).

     Cuando Cristo resucitó llegó a ser las primicias de entre los muertos (I Corintios 5:7, 8; 15:20,23).  La celebración de las primicias, entonces, tipifica la resurrección de Cristo.  Cristo resucitó en el mismo día en que debían presentarse esta primera gavilla a Dios.

     La Iglesia Amigos tradicionalmente no ha practicado ningún rito.  ¿Qué hacemos para recordar el sacrificio, la vida pura, y la resurrección de nuestro Señor Jesucristo?  Quizá Filipenses 1:27 da una indicación de donde comenzar.