LECCION No. 8  (regresar al índice)
 

UNA FE TEMERARIA

PARA ESTUDIO: Génesis 12-23; Romanos 4; Hebreos 11:8-12, 17-19.
LECTURA DEVOCIONAL: Romanos 4:13-25.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Romanos 4:3

LECTURAS DIARIAS

LUNES: Un Hombre de Fe. Hebreos 11:8-12.
MARTES: La Fe y la Obediencia. Hebreos 11:17-19.
MIERCOLES: Justificados por la Fe. Romanos 4:1-8.
JUEVES: Sólo la fe. Romanos 4:9-12.
VIERNES: La Fe y la Ley. Romanos 4:13-15.
SABADO: La Promesa de la Fe. Romanos 4:16-25.
DOMINGO: Gracia de Una vida Plena. Romanos 5:1-5.
 

PARA DISCUSION

1.  ¿Cómo explicar el hecho que Dios haya probado de tal manera a Abraham que lo llevó hasta el punto de pedirle el sacrificio de su propio hijo?  Explique.
2.  Es la prueba el medio que Dios utiliza para saber que tan fieles somos? Discuta.
3.  Dios había hecho una promesa a Abraham.  ¿Se habrá basado este hombre en la promesa de Dios para seguir adelante con todos los preparativos del sacrificio sabiendo que Dios detendría su mano?  Discuta.
 

PROPOSITO DE LA LECCION

 Ayudarnos a ver la recompensa del camino de fe por medio del estudio de Abraham, su llamamiento y obediencia.
 

EXPOSICION DE LA LECCION

INTRODUCCION

 La lección de hoy nos conducirá a un punto de partida diferente en nuestros "Estudios en Génesis".  En los capítulos del 1-11 tenemos el principio de la raza humana y la razón para la redención del hombre del pecado.  En los capítulos 12-50 tenemos los principios de la redención habiendo recibido la primera promesa de la "simiente" en Génesis 3:15.  En la historia para nuestra consideración, Abraham juega un papel muy importante.  Ya que por medio de él, su familia y su nación, Dios obraría sus planes de redención para toda la humanidad.

 Una indicación del lugar que Abraham ocupa en el propósito de la historia de la redención es el hecho de que casi 14 de los cincuenta capítulos del Génesis se han dedicado enteramente a él (11:26-25:10).  Su nombre es mencionado más de 70 veces en el Nuevo Testamento.  El es el único hombre del Antiguo Testamento que tuvo el privilegio de ser llamado "amigo de Dios" (Isaías 41:8 y II Crónicas 20:7).  Santiago hace referencia a estos pasajes en su epístola (2:23).  Los árabes todavía le llaman a Abraham El-Khalid, o amigo de Dios.

 Abraham es honrado por tres religiones.  Los judíos se llaman a sí mismos "la simiente de Abraham".  Los musulmanes lo honran como uno de sus profetas.  Los cristianos lo respetan como el "padre de la fe".  Cuando Dios le prometió una nueva tierra (Génesis 12:1), él no tenía ni la menor idea que aquel peregrinaje lo llevaría a  la tierra que más tarde tres religiones la considerarían como "su tierra santa".  Muy pocos hombres de la historia sagrada han sido tan honrados como el hombre de fe que consideraremos en nuestro estudio de hoy.
 

I.  EL LLAMAMIENTO DE HABRAHAM
    (Génesis 12:1-3)

 ¿En qué consistían las promesas que Dios le hizo a Abraham?

1.  "VETE DE TU TIERRA"

 Abraham había nacido en la ciudad pagana de Ur de los Caldeos, localizada en la parte sur de Mesopotamia y cerca del Golfo Pérsico.  Esta magnífica ciudad era la capital de los caldeos y una de las ciudades más importante de la gran civilización de los Sumerios.  Pero aunque sus pobladores eran bien civilizados y tenían una cultura muy avanzada, Ur estaba en la misma condición que la Atenas de los días de Pablo, una ciudad dada a la idolatría.  En su discurso de despedida, Josué hace referencia a la idolatría de la ciudad nativa de Abraham (Josué 24:2,15).  Mientras que no se sabe con certidumbre si Abraham era un idólatra, sus ancestros sí lo habían sido.   La tradición judía nos dice que Abraham había sido perseguido por su actitud hacia la idolatría.  Pero de una cosa sí estamos seguros: Dios llamó a Abraham para que saliera del ambiente de paganismo.

 Una mudanza geográfica no siempre será requerida para agradar a Dios, pero sí se espera que rompamos por completo con la vieja manera de vivir.  Dios llamó a Abraham para que saliera de entre su familia, amigos, y su tierra nativa.  "Dios nunca esconde los sacrificios que tenemos que hacer si es que queremos ser sinceros a su mandamiento.  El no enlistará a nadie con promesas falsas.  Los lazos con nuestra patria, los parentezcos y vínculos familiares tienen que ser reevaluados, y si es necesario tienen que ser cortados, porque su mandamiento es supremo.  Los peregrinos que no entregan sus manos por completo tienen que ser echados a un lado.  Si un hombre comprende que Dios se ha asido de él, él debe dejar todo a un lado con gusto" (Alexander Maclaren).

2.  "Y SERAS BENDICION"

 La separación no era por el mero hecho de separarlo.  Cuando Dios nos separa o aparta es porque quiere usarnos.  Dios le dijo a Abraham: "Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición" (v. 2).  Esta es la forma como Dios opera.  "Las órdenes de Dios no siempre vienen acompañadas de la razón, pero siempre vienen con promesas, ya sea expresadas o entendidas" (F. B. Meyer).  El quiere bendecir nuestras vidas hoy para que también nosotros seamos bendición a otros.

3.  "EN TI TODAS LAS FAMILIAS"

 Dios le prometió a Abraham una tierra (v. 1), una nación (v. 2), una influencia mundial para lo bueno (v. 2).  En esta promesa tenemos una de las más grandiosas declaraciones mesiánicas que se encuentran en las Escrituras.  Cuando Dios le dijo a Abraham, "y serán benditas en ti todas las familias de la tierra".  Sin duda que tenía en mente a su Hijo unigénito, Jesucristo (Gálatas 3:16).  Por el lado humano nuestro Señor estaba identificado con Abraham y el pueblo hebreo.  ¡Qué honor le concedió Dios a Abraham al asociarlo con el propósito redentor por medio de su Hijo!
 

II.  LA OBEDIENCIA DE FE
     (Génesis 12:4-5)

 ¿En qué sentido manifestó Abraham una obediencia indiscutible al llamado de Dios?

1.  "Y SE FUE ABRAHAM (v. 4)

 Abraham recibió su primer llamamiento en Ur de los caldeos (Hechos 7:2).  Con su padre Taré, se mudó a Harán una ciudad situada en la parte noroeste de Mesopotamia.  Harán también era una ciudad pagana con altares dedicados a la luna.  En aquella ciudad dada a la idolatría Taré murió; y después de su muerte Dios le volvió a hablar a Abraham.  Y él aceptó la palabra de Dios y la obedeció inmediatamente.  "Y se fue Abraham, como Jehová le dijo".  Esta es una fe verdadera, una fe que obedece sin importarle las consecuencias.  "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba" (Hebreos 11:8).  Y precisamente porque le creyó a Dios, él vino a ser el patrón de la fe para las generaciones venideras, y "el padre de todos los creyentes (Romanos 4:11).

2.  "Y A TIERRA DE CANAAN LLEGARON"

 Con gran fe y visión aquel anciano de 75 años salió de Harán (v. 4), lanzándose a la aventura de recorrer los casi 500 kilómetros que lo separaban de la tierra de Canaán.  Abraham y su esposa Sara, iban acompañados de su sobrino Lot.  Llevaban con ellos bienes materiales (Génesis 13:2) y toda su familia.  No sabemos nada del tamaño de la caravana que se dirigía hacia el oeste, o las dificultades por las que tuvieron que pasar.  Lo único que nosotros sabemos es que "a tierra de Canaán llegaron".  La dirección de Dios había sido adecuada, siempre lo es.  "La vida de fe es la única que tiene la seguridad de llegar hacia donde se dirige.  Otras pierden la dirección, o caen muertas en el camino ...  Las vidas cristianas llegan a la ciudad" (Alexander Maclaren).
 

III.  LA PERSEVERANCIA DE LA FE
      (Génesis 12:6-9)

 ¿Qué representa la vida de Abraham en la tierra de Canaán?

1.  "EL CAMINO ... ESTABAN EN LA TIERRA".

 El primer lugar donde se detuvo Abraham fue More, cerca de Siquem, como a cuarenta y cinco Kilómetros del sitio donde más tarde se levantaría Jerusalén.  Al llegar Abraham a ese lugar, se dio cuenta que aquella tierra ya estaba ocupada.  Pero el precursor de la fe no tenía ninguna preocupación.  El sólo había creído lo que Dios le había prometido.  Pronto Dios le aseguró que aquella tierra sería la herencia para su familia, a pesar de que estaba habitada por los cananitas.  "A tu descendencia daré esta tierra" (v. 7).  Las dificultades se pondrán en nuestro camino y la obediencia será costosa, pero nunca tengamos temor, ya que el Dios que nos guía nunca ha fracasado.

2.  LA TIENDA Y EL ALTAR (v. 8)

 Hay dos frases que son características a la vida de Abraham, "Plantó su tienda" y "edificó un altar".  La tienda era símbolo de que él era peregrino y extranjero, y que la tierra de Canaán era sólo de importancia pasajera.  El "esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" (Hebreos 11:10).  La herencia final del pueblo de Dios es más clara que el día.

 El edificar altares de piedra era el símbolo más permanente de la vida de Abraham, su compañerismo con Dios.  Su primer altar en la tierra de Canaán lo edificó en Siquem.  Más tarde se movió a un hermoso altiplano que se encontraba entre Bet-el (como a treinta kilómetros al sur de Siquem), y Hai que estaba a tres kilómetros y medio de Bet-el.  Allí otra vez volvió a edificar un altar e "invocar el nombre de Jehová" (v. 8).

 Los cristianos deben mantener una perspectiva correcta de lo pasajero y lo permanente.  Alexander Maclaren nos recuerda que "la tienda es plantada, pero que puede levantarse y llevarse a otro sitio al día siguiente; pero el altar es construido.  La parte de nuestras vidas que está relacionada con lo material y corporal, es corta en duración y pequeña en importancia.  Aquello que tiene que ver con Dios, su revelación, su adoración y su servicio, es permanente ... lo que construimos para Dios permanece; lo que plantamos para nosotros es pasajero como nosotros".
 

IV.  LA PRUEBA SUPREMA DE LA FE
     (Génesis 22:1-2)

 ¿Por qué le pidió Dios a Abraham que sacrificara al hijo de la promesa?

1.  "PROBO DIOS A ABRAHAM (v. 1)

 La historia de Abraham está llena de ilustraciones del significado del poder de la fe.  En varias ocasiones Abraham demostró tal confianza en Dios, a tal grado que Dios mismo le ha dado un lugar especial a él y a su familia en la historia de la redención.  Cuando fue llamado a salir de la tierra de sus padres, él "obedeció ... y salió sin saber a dónde iba" (Hebreos 11:8).  Cuando de acuerdo al curso de la naturaleza no tenía esperanza de tener un hijo, él confió en Dios y sus descendientes llegaron a ser "como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar" (Hebreos 11:12).

 Sin embargo, en el capítulo 22, vemos a Abraham enfrentarse con la prueba suprema de su fe, al recibir el mandamiento de sacrificar a su hijo Isaac, el hijo de la promesa.  En otros idiomas la palabra "probó" se traduce como "tentó", pero Santiago nos dice que "Dios no tienta a nadie" (1:13), pero con frecuencia puede someter a sus hijos a la "prueba".  La tentación lleva la idea de derrotarnos; la prueba, de mejorarnos.

2.  "TOMA AHORA TU HIJO" (v. 2)

 Cierto día mientras Abraham se sentaba bajo un frondoso roble cerca de su campamento en Beerseba, Dios le habló.  Pero las palabras divinas fueron como una daga que traspasó su corazón.  "Toma ahora tu hijo, tu único, a quien amas, y vete a tierra de Moriáh, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré" (v. 2).  Isaac era el hijo de la promesa, era la garantía de que Abraham tendría descendientes, y la esperanza del cumplimiento del destino de Israel.  A Abraham le ha de haber parecido que las estrellas que titilaban en el firmamento, como símbolo de la grandiosa promesa divina, ahora estaban cayendo.
 

V.  EL TRIUNFO DE LA FE
    (Génesis 22:3-19)

 ¿Qué aprendió Abraham del carácter de Dios por medio de aquellas experiencias que sometieron su fe a la prueba?

1.  "SE LEVANTO MUY DE MAÑANA" (v. 3)

 La Biblia guarda silencio acerca de la noche de lucha que ha de haber tenido Abraham después que Dios le pidió que sacrificara a su hijo.  La Escritura sencillamente dice que el patriarca se levantó muy de mañana, e hizo los preparativos esenciales para la jornada, y salió con su hijo y dos siervos.  En cuanto a la obediencia, el conflicto había sido vencido.  Ya que Abraham sin titubeos se fue en camino.  Como Pablo, "no consultó en seguida con carne y sangre" (Gálatas 1:16).

2.  "ESPERAD AQUI" (v. 5)

 Tenía que recorrer unos 55 kilómetros de camino montañoso, que era la distancia que los separaba de Beerseba al lugar de sacrificio.  Viajando a pie, aquel grupo recorrió unos 25 kilómetros por día.  En la mañana del tercer día (v. 4) pudo distinguir la "tierra de Moríah" en la distancia.  El término Moríah fue el nombre designado para la montaña donde más tarde Salomón construyó el Templo (II Crónicas 3:1).  Algunos piensan que fue precisamente la montaña o monte donde Abraham hizo el altar para sacrificar a su hijo.

 Al llegar al pie del monte, Abraham le dijo a los siervos, "Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros".  No quería que ningún ojo humano presenciara la agonía que tenía que pasar.  Como Cristo Jesús que quiso estar solo en la hora profunda de su prueba (Mateo 26:36).  Sin embargo, Abraham tenía la plena seguridad que su sacrificio no implicaría una pérdida sino una victoria.  El tenía la esperanza de que Isaac regresaría con él, aunque esto hubiera sido logrado por medio de la resurrección (Hebreos 11:19).

3.  "DIOS PROVEERA" (v. 8)

 Isaac sabía que era necesario un animal para ofrecer el holocausto.  Así que su pregunta fue natural: "He aquí el fuego y la leña; más ¿dónde está el cordero para el holocausto?"  ¡Qué pregunta para aquel padre!  Pero la respuesta fue firme e inmediata, "Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío".

4.  "Y LO PUSO EN EL ALTAR" (v. 9)

 Debemos suponer que Isaac fue pasivo en toda esta experiencia.  Porque él estaba sujeto a la voluntad de Dios y a la de su padre.  El es un prototipo de Cristo, "como cordero fue llevado al matadero; enmudeció y no abrió su boca" (Isaías 53:7).  Se ve claramente que la fe de Isaac estaba en acción, él mismo estaba listo para ir al sacrificio.

5.  "JEHOVA-JIREH" (v. 14)

 Dios es siempre fiel, y por eso Abraham le puso a aquel lugar "Jehová-jirej", que quiere decir "Jehová proveerá".  El secreto de la fe de Abraham se basaba en la fidelidad de Dios.  Nuestra religión, dice el Dr. Samuel Young, "se levanta o se derrumba en la fidelidad de Dios, descansa en su confianza absoluta".

6.  "POR CUANTO HAS HECHO ESTO"

 ¡Qué diferente fue el regreso a Beerseba!  Abraham regresaba con su hijo, y con la promesa de que "En su simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz" (v. 18).  Tomás de Kempis dijo: "Abandona todo y lo encontrarás".  En el Nuevo Testamento, Cristo nos dice que debemos poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.  "El que pierde su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 10:39).
 

CONCLUSION

 Leí un pensamiento precioso que decía: "Quien se atreve a confiar en Dios, ata su vida al carro de una estrella".  Es lo que hizo Abraham; Dios le dijo, y él obedeció y el carro de la estrella lo fue llevando más y más en alto, porque Dios siempre e indefectiblemente cumple.  Quizá hubo muchos momentos difíciles en su peregrinación; la Biblia no nos lo dice; pero las tentaciones y las pruebas son comunes a todos los hombres, mas él se mantuvo alentado por su fe "en el que le había prometido".

 Sin duda, cuando nació Isaac, y luego cuando lo vio joven, Abraham creyó que ya podía descansar, pues la promesa se había cumplido milagrosamente.  Dios le había dicho que "en Isaac le sería levantada simiente", pero, ¿qué habrá pensado, cuando le pidió que le sacrificara: "tu hijo Isaac, el que amas?"  ¿Habrá pensado que se había olvidado?  No, él no discutió con Dios.

 La rápida e incuestionable obediencia, fue el resultado de su fe.  Y Dios se la contó por justicia, de modo que fue justificado por la fe.  Quien se "arriesgue" a confiar en las promesas divinas, aunque parezca contradicción no corre riesgo, va seguro.  Las promesas de Dios son seguras.  El no va a defraudarnos, no puede hacerlo.  Nuestro supremo deber, es conocer la voluntad de Dios y cuando estamos bien seguros, obedecerle.  Los resultados son de él.