LECCIÓN No. 11  (regresar al índice)

“SANTIDAD A JEHOVÁ”
(Éxodo 28:36)

PARA ESTUDIO: Éxodo capítulos 28 – 31; 39:1-43.
LECTURA DEVOCIONAL: Hebreos 7:11-28.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Hebreos 7:28.

PROPÓSITO

 Ver la excelencia de Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, sobre el sacerdocio aarónico, cuyas vestimentas lo tipifican en formas diversas.

INTRODUCCIÓN

     En los materiales de las vestimentas sacerdotales, hay tipos de Cristo: en el oro, la deidad en Su manifestación; en el azul –o cárdeno- Su origen celestial; en la púrpura, Su realeza; en el carmesí –o rojo-, Su sacrificio; en el lino, Su justicia personal.  Por su simbolismo, testifican de la presencia de Dios entre Su pueblo, y Su voluntad para perdonarlo y guiarlo.  Los sacerdotes debían vestir, no con corrección, sino con justicia (Salmo 132:9).


A.  LAS VESTIDURAS DE LOS SACERDOTES (Éxodo 28:1-3)

     Dios escogió a Aarón, hermano de Moisés, para ser el Sumo Sacerdote; y a sus hijos Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, para ser sacerdotes (vs. 1).  Usarían vestiduras sagradas, distintas, santas, para honra y hermosura de su alto cargo (vs. 2).  Estas serían elaboradas por Bezaleel y Aholiab, los artistas llenos del Espíritu de Jehová (vs. 3).


B.  EL VESTIDO DEL SUMO SACERDOTE (Éxodo 28:4-39)

     Las piezas de la vestimenta serían: efod, pectoral, manto, túnica bordada, mitra, cinturón; hechos de hilos de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido (vss. 4-5).

     Las hombreras del efod, hecho delicadamente, se juntarían en sus extremos, abrochadas con dos piedras de ónice, montadas en oro.  En éstas estarían labradas los hombres de las 12 tribus de Israel: 6 en cada una, según el orden de su nacimiento.  Esto simboliza la carga que el sacerdote llevaba sobre sus hombros: representar a Israel, ser su mediador ante Dios y orar por ellos.  Así también él mismo se identificaba como uno de Israel (vss. 7-12).  El cinto sería hecho delicadamente de los mismos materiales (vs. 8).

     El pectoral, de 22 cm. X 22 cm., tendría cuatro hileras con tres piedras cada una, representando también las 12 tribus.  En sus extremos superiores tendría dos anillos de oro para sujetarse con cordones de oro a los broches de las hombreras del efod.  También se sujetaría a la cintura con cordones de azul (vs. 15-29).

     Así llevaría Aarón los nombres de las doce tribus sobre su corazón: Rubén, Simeón, Isacar, Zabulón, Gad, Aser, Benjamín, Dan, Neftalí, Efraín y Manases.  Leví era una tribu, pero no tendría territorio propio en la tierra prometida; estaría consagrada al servicio a Dios y a ministrar a sus hermanos.  José estaría representado por sus dos hijos: Efraín y Manases.

     El Urim y el Tumim –“luces y perfecciones”- era adicional a las piedras del pectoral (Levítico 8:8); una forma, no revelada claramente, de conocer la voluntad divina en casos especiales (Números 27:21).  Tal vez su respuesta era meramente sí o no, pero no es seguro.

     El manto del efod era todo de azul, con un cuello tejido.  En su borde inferior, alrededor, habría orlas con granadas de azul, púrpura y carmesí alternadas con campanillas.  Estas, al sonar, indicarían cuánto y cómo se desplazaba el Sumo Sacerdote dentro del Lugar Santísimo; si estaba vivo o no, y si la ofrenda para la expiación había sido acepta ante Dios (vss. 31-35).

     La diadema santa era una lámina de oro fino, con la inscripción “Santidad a Jehová”, y atada a la mitra con un cordón de azul, para recordar a Israel que debía ser santo, y a Aarón su función de mediador ante Dios, para interceder y hallar gracia (vss. 36-38).  Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, nos llama a ser santos y, a la vez intercede constantemente por nosotros.

     Finalmente se describen: la túnica de lino, la prenda que usaban los hombres de rango, y una mitra para cubrir la cabeza (vs. 39).

     Los otros sacerdotes –los hijos de Aarón- llevarían sólo túnicas, cintos y tiaras para darle honra y presentación especial (vs. 40).

     Aarón y sus hijos debían vestir estas prendas, ser ungidos, consagrados y santificados para ejercer su alto oficio (vs. 41).  Su ropa interior eran calzoncillos desde la cintura a los muslos, para cubrir su desnudez.  Así se evitaría cualquier similitud con la desnudez ritual común en las religiones paganas (vs. 42).


C.  CEREMONIA DE CONSAGRACIÓN (Éxodo 29:1-37)

     En la ceremonia de consagración de los sacerdotes se sacrificarían un becerro (ternero) y dos carneros (macho de oveja), sin defecto, (vs. 1).  En un canastillo también se ofrecerían panes sin levadura, tortas sin levadura amasadas con aceite y hojaldres sin levadura untada con aceite, todo de flor de harina de trigo (vss. 2-3).

     Habría un lavamiento ritual (vs. 4), que es tipo de la regeneración, (Efesios 5:26; Tito 3:5).  Dios dijo a Moisés que efectuara la investidura: “y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa” (vss. 5-6).

     Luego Aarón sería ungido con el aceite especial preparado para la ocasión (Éxodo 30:23-30).  En seguida serían investidos sus hijos, y así, la familia de Aarón quedaría solemnemente instalado en el sacerdocio para siempre (vss. 7-9).

     En el sacrificio del becerro expiatorio por el pecado de los sacerdotes, poner la mano sobre la víctima era como transferir simbólicamente la culpa a ésta.  La sangre sería derramada sobre los cuernos del altar, y el resto, al pie del mismo (vss. 10-12).  La grosura debía quemarse toda; mientras que la carne, su piel, y estiércol deberían quemarse fuera del campamento (vss. 13-14).

     Un carnero sería sacrificado después.  Los sacerdotes, de nuevo, pondrían sus manos sobre él (vs.15).  Su sangre sería rociada sobre el altar, alrededor (vs. 16).  La víctima sería cortada en pedazos, y quemada toda en el altar.  Era un holocausto de olor agradable a Dios, el cual simboliza la consagración del creyente (vs. 17).

     El segundo carnero sería sacrificado, y los sacerdotes pondrían sus manos sobre él (vs. 19). Su sangre sería untada en el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos, y sobre el dedo pulgar de la mano y el pie derecho.  Así sus oídos, manos y pies serían consagrados.  El resto de la sangre se rociaría alrededor del altar (vs. 20).  Se rociaría sangre y aceite de la unción sobre Aarón, sus hijos y sus vestiduras, para ser santificados (vs. 21).

     Otra vez esta recomendación: la grasa debía ser quemada (vs. 22).

     Se pondrían una torta grande, una de pan de aceite y una hojaldre, sobre las manos de Aarón y de sus hijos, para mecerlas delante de Dios.  Luego Moisés las tomaría de sus manos y las quemaría en el altar.  Era ofrenda encendida, de olor grato al Señor (vss. 23-25).

     Creemos en el sacerdocio universal de los creyentes: todos somos sacerdotes.  En nuestra vida cristiana viene primero la expiación, ya efectuada por Cristo en la cruz del Calvario.  Luego efectuamos un sacrificio de holocausto, o entrega completa a la voluntad de Dios, sacrificando nuestro ego.  Finalmente, el sacrificio de santificación, vida separada, apartada para el servicio a Dios.


D.  EL ALIMENTO DE LOS SACERDOTES (Éxodo 29:26-37)

     Moisés tomaría el pecho del carnero, lo mecería delante de Dios y esta sería su porción (vs. 26).  Para Aarón y sus hijos serían el pecho y la espaldilla, como una ley perpetua (vss. 27-28).

     Al morir Aarón, sus vestiduras de Sumo Sacerdote pasarían a sus hijos, al ser consagrados (vs. 29).  Por siete días la llevaría su sucesor, al servir en el Tabernáculo (vs. 30).  Los sacerdotes comerían de la carne del sacrificio y del pan de los sacerdotes, pero jamás quien no fuera sacerdote (vss. 31-33).  Los sobrantes de esta comida se quemarían al día siguiente.  Era cosa santa (vs. 34).

     Toda la ceremonia de consagración de los sacerdotes habría de repetirse durante siete días, para enfatizar su importancia y la idea de estar completa y perfecta (vss. 35-37).


E.  EL HOLOCAUSTO CONTINUO (Éxodo 29:38-46)

     Dos corderos de un año serían sacrificados cada día: uno por la mañana y otro por la tarde.  Esto era el corazón del culto posterior en Israel en el Templo (Hechos 3:1) –unos setecientos corderos por año- (vss. 38-39).  Además, se ofrecían libaciones de harina, aceite y vino (vs. 40).  Posiblemente la idea era que una ofrenda quemada completamente a Dios, debía contener todos los elementos de una comida doméstica ordinaria: carne, pan y vino.

     El holocausto continuo habla de la entrega constante a Dios.  Al ofrecerlo en la puerta del Tabernáculo delante de Dios, Él tendría comunión con ellos y les hablaría.  Les recordaba el Pacto (vss. 41-42).  La gloria de Dios estaría con ellos y habitaría con ellos (vss. 43-45).

     La razón para todo lo anterior, para exigir cumplimiento de toda la ley, era que Dios los había redimido de Egipto, para ser Su pueblo y habitar en medio de ellos (vss. 46).


F.  EL DINERO DEL RECATE (Éxodo 30:11-16)

     Al hacer el censo, todo varón de 20 años o más, pobre o rico, debía pagar un rescate de medio siclo (5.7 gramos de plata), como ofrenda a Jehová.  Esta plata sería para el mantenimiento del Tabernáculo.  Era ya un principio en Israel que cada primogénito pertenecía a Dios, y debía ser redimido con un sacrificio (Éxodo 13:13).  También era aceptado que todo Israel como pueblo, era el primogénito de Dios (Éxodo 4:22); aunque Dios había aceptado a la tribu de Leví en lugar de los primogénitos (Números 3:12,13).  Cuando había un censo de lo que era virtualmente el ejército de Dios, cada adulto varón debía dar un rescate por sí mismo.


G.  EL DÍA DE REPOSO COMO SEÑAL (Éxodo 31:12-17)

     La señal del Pacto Mosaico sería guardar el sábado por todas las generaciones.  La profanación de este día de reposo se castigaría con la muerte.  La razón era que Dios había hecho los cielos y la tierra en seis días y había descansado en el séptimo.  Nosotros, bajo el Nuevo Pacto, ya no descansamos el séptimo día, sino el primer día, recordando la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.


H.  LAS TABLAS DE LA LEY (Éxodo 31:18)

     Y Dios le dio a Moisés, al final de todas sus instrucciones, dos tablas de piedra “escritas con el dedo de Dios” (vs. 18), que serían guardadas en el Arca del Pacto.


PREGUNTAS PARA CONSIDERAR

1.  ¿Qué simbolismos en la vestimenta sacerdotal describen la persona de Jesucristo?

2.  ¿Qué simbolismos en las vestimentas y adornos sacerdotales describen la función de Jesucristo como Sumo Sacerdote?

3.  ¿Por qué razones descansamos el primer día de la semana?