LECCION No. 6
PECADO Y LAMENTO


PARA ESTUDIO: Josué 7:1-26.
LECTURA DEVOCIONAL: Génesis 39:1-12.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Josué 7:21.
 

LECTURAS DIARIAS

LUNES: Josué 7.
MARTES: Josué 8:1-29.
MIERCOLES: Josué 8:30-35.
JUEVES: Deuteronomio 11:8-32.
VIERNES: Deuteronomio 12.
SABADO: Deuteronomio 13.
DOMINGO: Deuteronomio 14.
 

PROPOSITO

 Aprender acerca de las consecuencias del pecado de Acán:  1) Afectó a otros.  2) No podía ser escondido para siempre.  3) Fue progresivo en naturaleza; 4) La raíz de su pecado tenía que ser destruida.
 

INTRODUCCION

 El cruce del río Jordán y la toma de Jericó eran parte de una cumbre, es decir, un evento muy sobresaliente en la vida de la nueva nación hasta ahora.  Pero en el capítulo 7 vemos uno de los eventos más triste y lamentable en toda su historia, y es el pecado de Acán con todas sus consecuencias tan trágicas para él y para toda la nación israelita.
 

 DESARROLLO DE LA LECCION
 

II.  ISRAEL HUMILLADO
     (Josué 7:1-5)
 

A.  LA IRA DE JEHOVA SE ENCENDIO CONTRA SU PUEBLO

 En 6:18 Josué dio la orden de no tomar ni tocar del anatema (cosas separadas para la destrucción).  De otro modo traería destrucción al pueblo de Israel.  Pero Acán, de la tribu prestigiosa de Judá, tomó del anatema (7:1).  Jehová, por ser santo y justo, encendió su ira contra su pueblo.  Fíjese bien que su ira fue dirigida no solamente a Acán sino al pueblo en general.  Cuando es evidente que Dios no está bendiciendo a una iglesia o una obra, hay que acercarse a él para ver si hay pecado dentro del grupo.  El pecado de uno puede afectar o contaminar al grupo entero (I Corintios 5:6).
 

B.  NADA SE PUEDE HACER SIN LA AYUDA DE DIOS

 Josué todavía no se daba cuenta del pecado.  Envió algunos a Hai para que le trajeran un informe para ayudarle a planear el próximo ataque.  Los enviados aconsejaron a Josué que no era necesario enviar más de dos a tres mil soldados armados porque los del pueblo de Hai eran pocos.  Josué aceptó su recomendación sin saber que irían sin la ayuda de Dios.  Sin la ayuda de Dios, nada podemos hacer nosotros para su honra y gloria.  ¿Ha procurado hacer cosas para el Señor sin contar con su ayuda y confianza sólo en su propia fuerza y sabiduría?  ¿Cómo le fue?
 

C.  LA DERROTA DE ISRAEL ANTE EL PUEBLO DE HAI

 En esta batalla con los hombres de Hai, Israel fue rotundamente derrotado por la desobediencia de uno.  Todos los soldados huyeron delante de los de Hai y 36 perecieron.  Además el ánimo y corazón fuerte del pueblo llegó a ser "como agua".  No hay nada que trae desánimo a una iglesia u otro grupo similar como una derrota espiritual.  Como se escribió arriba hay que acudir a Dios en humildad, derramando su corazón.  Así respondió Josué.
 

II.  ORACION A JEHOVA Y SU RESPUESTA
     (Josué 7:6-15)
 

A.  JOSUE Y LOS ANCIANOS EN HUMILLACION

 Josué y los ancianos primero respondieron.  1) Rompieron sus vestidos.  2) Echaron polvo sobre sus cabezas (vs. 6).  Fue una reacción común (Job 2:12; Lamentaciones 2:10; Ezequiel 27:30).  Generalmente indicaba aflicción o también espíritu de humillación y confesión.
 

B.  ELEMENTOS DE LA ORACION

 Parecen ser dos elementos principales en la oración de Josué en los versículos 7 al 9.  Primero, la derrota daría nuevas esperanzas para los enemigos.  Josué sentía que ahora el enemigo tenía la ventaja y que bien podrían ahora destruir a Israel.  También estaba preocupado por el deshonor que vendría sobre el "gran nombre" de Jehová.
 

C.  ORACION ESCUCHADA

 El comentario Beacon señala algunos rayos de fe en la oración de Josué: 1) El hecho que oró indica su fe en el poder divino.  2) El reconocimiento de pasar el Jordán indica que todavía poseía fe en un Dios poderoso.  3) Su comprensión de que Israel nunca debía dar la espalda al enemigo indica su fe en Uno que siempre daría la victoria.  Es una oración sincera con corazón abierto, con Josué luchando para comprender a su Dios cuyos caminos y pensamientos eran más altos que los suyos.  Pero Jehová siendo fiel a su siervo, no quedó con sus brazos cruzados, sino escuchó y respondió a la oración.
 

D.  LA RESPUESTA DE JEHOVA

 La respuesta de Jehová a Josué se encuentra en los versículos 10 al 13.  No gastaba tiempo Jehová por decirle la razón de la derrota en Hai.  Israel había pecado.  Israel había pecado como nación.  El término plural es usado ocho veces en los versículos 10 y 11.  Una persona pecó por cierto, pero la nación entera era culpable ante Jehová, y estaban sufriendo las consecuencias.  Es interesante notar que el pecador en particular no se menciona.  En parte es porque en aquel momento no era relevante o importante.  Lo importante aquí es que Josué y todo Israel tenía que aprender que la nación entera era culpable y la naturaleza de ese pecado contra Dios de tomar del anatema era corporal.
 

E.  EL PECADO DEL PUEBLO

 El pecado tenía varias fases (7:11).  1) Simplemente por pecar habían roto el pacto con Jehová.  El no había abandonado a Israel como pensaba Josué en su oración sino que Israel había abandonado a Jehová.  2) Tomaban del anatema, algo separado para Dios para destrucción.  3) Hurtaban.  Robaban algo que pertenecía a Jehová.  4) Mentían.  Por no confesar su pecado era igual a mentir.  5) Lo guardaban entre sus enseres.  Lo escondieron en el intento de engañar a Dios y al resto de Israel.
 

F.  TODAVIA HABIA ESPERANZAS

 La única esperanza para Israel era quitar de en medio de ellos el anatema (7:13).  Para poder hacerlo, Jehová mandó a Josué que santificara al pueblo, es decir, prepararse para "hacer negocio serio con Dios".  Por medio de una pesquisa (investigación) por tribus, familias, casas, y por fin varones, Jehová iba a revelar el individuo culpable (7:14).  Este debe ser quemado juntamente con toda sus posesiones (7:15).  Su pecado había causado la muerte de treinta y seis soldados, y la justicia de Dios demandaban nada menos que la muerte del culpable.
 

III.  DESCUBRIMIENTO DEL CULPABLE, SU CONFESION Y SU CASTIGO
      (Josué 7:16-26)
 

A.  BUSCANDO AL CULPABLE

 Siguiendo las instrucciones de Jehová, los hombres de todas las tribus se hicieron presentes para la pesquisa (7:16-18).  Entre las tribus, Judá fue tomada por Jehová; la familia de Zera fue tomada de entre las de Judá; entre las familias de Zera salió la casa de Zabdi; Jehová tomó a Acán de entre los varones de Zabdi.
 

B.  EL CULPABLE DESCUBIERTO

 Acán pasó adelante y empezó a hablar.  Aunque era responsable por la muerte de los soldados y por la derrota en general, reconoció que había pecado contra Dios primeramente (7:20).
 

C.  TRES ESCALONES DEL PECADO

 Su confesión revela los tres escalones de pecado que resulta en la ruina:  1) El ver con los ojos.  2) Codiciar con el corazón.  3) La acción.  Seguidamente se presenta una comparación de la tentación de Acán y la de José en la casa de Potifar en Egipto.
 
 
 

JOSE ACAN
CIRCUNSTANCIAS Jefe de la casa; la esposa de Potifar quería que durmiera con ella; estaba solo en casa con ella;  ella probablemente parcialmente desnuda. Participaba en la toma de Jericó con el resto de Israel;  recibió las órdenes de Josué de no tomar del anatema; entró en la ciudad con los demás al caer el muro, vio el anatema.
ACTITUDES Rechazó su petición cada vez; vio su petición y deseo como pecado contra Dios.  Vio que el anatema era codiciable; lo codició en su corazón.
ACCIONES Salió corriendo; huyó de la tentación físicamente.  Se quedaba mirando al anatema; cuando estaba solo, lo tomó y lo escondió.
RESULTADOS Eventualmente exonerado llegó a ocupar segundo puesto después del  rey; salvó la vida de muchos. Murieron 36 soldados en una derrota militar; se desanimó todo el pueblo; su pecado fue descubierto totalmente; él y sus hijos fueron apedreados y quemados.

 Hermanos, todos somos sujetos a tentaciones; lo que da el resultado final es cómo reaccionamos ante ellas.  José no le dio lugar a la tentación para que creciera y madurara en su mente.  Al llegar la crisis, José huyó de la tentación.  Acán no hizo así.  Proverbios 4:14-15 ha sido de ayuda en esta área para el que escribe: "No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos.  Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa".  Sigamos el ejemplo de José y al Señor con todo nuestro Corazón y toda nuestra mente.
 

IV.  CONCLUSION

 Los acontecimientos en este capítulo son tristes por cierto.  Pero podemos apreciar el peligro del pecado por la omnipresencia de nuestro Dios justo.  También debemos admirar la actitud de Josué y el pueblo en general en obedecer a Jehová en quitar de en medio de ellos el anatema, un proceso muy costoso sin duda pero muy necesario.  Ayudaría mucho a Israel en los días y años futuros como veremos en las semanas siguientes.