LECCIÓN 12  (regresar al índice)

EL ENCUENTRO CONSTANTE DE DIOS CON LOS HOMBRES


PARA ESTUDIO: Deuteronomio 5:1-6; 30:15-20.
LECTURA DEVOCIONAL: Salmo 19:7-14.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Romanos 15:4.


PROPÓSITO

    Explicar que la vida de justicia y santidad requiere un estudio cuidadoso de las Escrituras, la obediencia a sus mandatos y su aplicación en la vida práctica diaria.


BOSQUEJO:
I.       EL ENCUENTRO DIVINO CON LOS HOMBRES DE HOY (Deuteronomio 5:1-6)
II.      EL PLAN DE DIOS BIEN EXPUESTO (Deuteronomio 30:15-18)
III.    AYUDA DE DIOS CUANDO ANDAMOS EN SUS CAMINOS (Deuteronomio 30:19-20)


IDEA PRINCIPAL

       Dios busca a los hombres todos los días.  Por eso ningún ser humano puede quejarse de que Dios no lo haya tomado en cuenta.  Pero el resultado final depende de la decisión del hombre.  Si los individuos toman la decisión de buscar y obedecer a Dios, gozarán de la vida eterna; pero si deciden rebelarse contra Dios, sufrirán los juicios de Dios.  Él quiere que le obedezcamos voluntariamente y de corazón.

OCASIÓN

    Deuteronomio consiste de discursos de Moisés, presentados en un período de cuarenta días antes de su muerte, y de la entrada de los israelitas a la Tierra Prometida.  Es un libro de instrucciones sobre las leyes civiles, ceremoniales y morales dadas por Dios a Su pueblo.

    El segundo y más largo de estos discursos explica la naturaleza de la obediencia que se les demanda.  Al mismo tiempo, pronuncia "ayes" sobre los desobedientes y bendiciones para los que obedecen.

    Este es el mensaje que se dejó oír poco antes de la entrada final a la tierra que Dios había ofrecido a Abraham.  Era más bien un recordatorio de la Ley, cuando Moisés estaba ya para morir.


DESARROLLO DE LA LECCIÓN

    En la Biblia hallamos la entrada de Cristo, el Verbo Viviente.  El es la guía a la vida de justicia, tanto en lo personal como en lo social.  La Biblia es la fuente de todos los siglos para las devociones personales, la sabiduría en el servicio y la satisfacción de una vida victoriosa.  El Salmo 19 nos dice que la Ley de Jehová es perfecta, la cual hace que la restauración de la persona sea completa.  Dios continúa en cada instante encontrándose con el hombre a través de Su Palabra, que nos revela a Jesucristo el Salvador.

I.    EL ENCUENTRO DIVINO CON LOS HOMBRES DE HOY (Deuteronomio 5:1-6)

    Moisés era el mediador del Pacto Antiguo.  A través de él Dios efectuó ese pacto con los hombres.  Este era el pueblo que Dios había escogido, y era necesario que al faltar Moisés, no fuera ése el fin del pacto.  Por eso, Moisés les enseñó todo lo que Dios había mandado, y les hizo ver que debían aprender Su Palabra y guardarla poniéndola por obra.  De nada podría servirles todos los estatutos si no los ponían por obra.  Esto mismo sucede con los hombres el día de hoy.  Es necesario que cuando Dios nos hable por medio de Su Palabra, estemos listos a obedecerla, porque ésa es la forma en que Él nos expresa Su voluntad.  En el versículo 3, notamos que Moisés les enfatiza el hecho de que el pacto no era con sus padres, sino con ellos mismos.  ¿Qué quería decir él con eso?  ¿Acaso no fue a sus padres a quienes les había dado esas ordenanzas?  Porque todos aquéllos habían muerto por haber murmurado contra Dios y contra Moisés.  Lo que él quería aclararles era que ese pacto seguía vigente para ellos y sus descendientes.  Y así es también con nosotros, tenemos un pacto real con Dios, el cual sigue a todos los que siguen la fe de Abraham; porque la fe de él era Cristo.  Dios sigue encontrándose con el hombre actual, y le dice: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto (del pecado), de casa de servidumbre”. Y así nos seguirá hablando por Su Palabra y por Su Espíritu.


PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1.    ¿Por qué decidió Dios que todos los que salieron de Egipto no entrarían en la Tierra Prometida, sino sus hijos?

2.    ¿Qué relación tiene el encuentro de Dios con Su pueblo antiguo y el encuentro que realiza con nosotros?

3.    ¿Ha experimentado usted un verdadero encuentro con su Dios?

II.    EL PLAN DE DIOS BIEN EXPUESTO (Deuteronomio 30:15-18)

    30:15-16.  Dios había otorgado a los humanos el derecho de escoger entre el bien y el mal.  Su anhelo no era que le sirvieran a ciegas, sino voluntariamente y con mucho conocimiento.  De lo contrario, habría creado criaturas mecánicas, marionetas, o como los modernos “robots”.  Dios más les aclaró las condiciones de cada opción o camino, y los dejó escoger.  Pero, al mismo tiempo, les dio mandamientos de amarlo, andar en Sus caminos y guardar Sus estatutos y demás preceptos.  De una vez les mostró cuál era el mejor camino de los dos, para que les fuera fácil hacer la mejor selección.  Las ventajas de obedecerlo son tan grandes que jamás pueden ser comparadas con nada.

    30:17-18.  Dios también les dio la advertencia de las consecuencias terribles de desobedecerlo y seguir el pecado.  “La paga del pecado es muerte”, y de esto Dios está siempre presto a prevenirnos para que no tengamos que sufrirla.  A la vez nos anuncia que “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

III.    AYUDA DE DIOS CUANDO ANDAMOS EN SUS CAMINOS (Deuteronomio 30:19-20)

    Delante de nosotros están la vida y la muerte espiritual; es decir, de nosotros depende cuál sea nuestro destino, si escogemos el buen camino o el malo.  Pero Dios nos anima a que escuchemos Su voz y que escojamos seguirlo para que tengamos vida eterna.  Porque Dios es la vida para nosotros, tal como les prometió a los israelitas, y Él ayuda a nuestra debilidad humana cuando se la hemos entregado en Sus manos.  Si nos hacemos rebeldes, y queremos resolver nosotros mismos todos nuestros problemas, es natural que no vayamos por buen camino.  Pero cuando entregamos nuestra voluntad a Dios, Él nos ayuda a serle fieles en todas las circunstancias de la vida.


PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1.    ¿Por qué hay tantas responsabilidades sobre nosotros si escogemos desobedecer a Dios?

2.    ¿En qué manera ayuda Dios a los que le temen?

3.    ¿Qué debe acompañar nuestro amor a Dios?


PARA MEDITAR

1.    Cuando Dios llega al hombre y éste Lo recibe, llega a ser verdadero “hombre”.

2.    El amor no puede tener otra prueba mejor que la obediencia.


ILUSTRACIÓN

    Toda persona tiene que hacer decisiones.  En todos los eventos de la vida siempre hay momentos cuando tenemos que escoger si vamos a tomar este camino, o aquél.  Muchas veces el fin de las dos alternativas es igualmente desconocido, y no tenemos otra salida más que escoger el que, a nuestro juicio, nos parece mejor.  Pero el hecho de que conozcamos o no el fin de cada alternativa no hacen cambiar en nada sus consecuencias.  Por eso, es mejor investigar bien hasta ver cuál es el plan de Dios en cada decisión.

    El destino humano también es motivo de una gran decisión.  Cada individuo por sí solo tiene que decidir si va a obedecer a Dios o lo va a rechazar.  Puede ser que él haya tomado interés en investigar todo lo correspondiente, o no; sin embargo, el fin siempre es de acuerdo con su decisión.  Pero hay una gran diferencia.  Cuando tenemos que hacer la decisión del camino que debemos tomar para nuestras almas, tenemos la luz de las Escrituras, las cuales nos muestran con toda claridad los dos caminos y sus respectivos destinos.  Es entonces nuestra responsabilidad escoger el mejor.

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