LECCIÓN 1  (regresar al índice)

LA BIBLIA Y LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

PARA ESTUDIO: Marcos 15:42 a 16:7
LECTURA DEVOCIONAL: Hechos 1:1-11.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Lucas 24.5-6.


PROPÓSITO

    Que los cristianos participemos del gozo de la resurrección de Cristo y nos demos cuenta de la necesidad de Su muerte y Su resurrección como fundamentos de nuestra fe.

BOSQUEJO:  
I.      LA BIBLIA NARRA EL MINISTERIO DE UN DISCÍPULO SECRETO (Marcos 15:42-46)
II.     LA BIBLIA RELATA EL MINISTERIO DE UNAS MUJERES DEVOTAS (Marcos 15:47 a 16:4)
III.    MENSAJE DE UN HERALDO CELESTIAL (Marcos 16:5-7)


IDEA PRINCIPAL:  
La Biblia nos asegura con pruebas irrefutables la resurrección de Cristo.  La tumba está vacía.  No pudo detener al Rey de reyes.  Por su muerte y resurrección, nosotros alcanzamos el perdón de nuestros pecados y tenemos acceso a la vida eterna.  Recuerde, esta verdad sólo se encuentra en la Biblia.


OCASIÓN

    Detrás del muro del norte de Jerusalén, cerca de la puerta de Damasco, está el Monte de la Calavera, el lugar más probable de la crucifixión.  Fue en este lugar donde José de Arimatea tomó el cuerpo de Jesús, y de allí lo llevó y colocó en su propia tumba, la cual aún no había sido usada. Esta tumba estaba situada cerca del lugar de la crucifixión.

José de Arimatea era miembro del Sanedrín, o sea el Concilio de la nación judía. Él era un hombre justo (Mateo 25:57-60), que seguía a Jesús secretamente por miedo a los demás judíos que no creían.  El centurión era un oficial del Imperio Romano al mando de un ciento de soldados.  Pilato era el representante del gobierno imperial de Roma en Judea.  Las dos Marías que vieron el cuerpo de Jesús en la tumba de José de Arimatea fueron María Magdalena, de quien Jesús había echado fuera siete demonios, y María la madre de Jacobo y José.  En la madrugada del día de la resurrección también Salomé vino con ellas para ungir el cuerpo del Señor.  Todos estos sucesos tuvieron lugar en los días de la Pascua del año 30 d. C., y marcaron el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento en relación con la venida del Redentor.


EXPOSICIÓN DE LA LECCIÓN

    La Biblia afirma que, hasta ese día había un cuerpo muerto en la tumba.  Era el cuerpo de Jesús.  ¿Habría vencido la tumba sobre Él?  ¿Habría esperanza alguna para sus discípulos?  Las cosas parecían ser el fin de una gran esperanza. Sólo habían quedado unas mujeres para visitar la tumba, y sus discípulos no sabían qué hacer.

    Pero esa larga “noche” de tres días desapareció cuando el ángel pronunció las palabras: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?   No está aquí sino que ha resucitado” (Lucas 24:5-6).  Un dios muerto también da una esperanza muerta; pero nuestro Dios vive, y por eso nos da una esperanza viva y eterna.


I.    LA BIBLIA NARRA EL MINISTERIO DE UN DISCÍPULO SECRETO (Marcos 15:42-46)

La Ley de Moisés había ordenado que ningún criminal debería permanecer colgado de una cruz hasta la puesta del sol.  De modo que eso hizo temer a José de Arimatea que bajaran el cuerpo de Jesús y lo pusieron en una tumba común junto con los dos ladrones.  Con toda sinceridad fue y le suplicó a Pilato que le diera el cuerpo de Jesús para sepultarlo en su propia tumba.  De acuerdo con Lucas 23:50 y Juan 19:38, José era un miembro del Concilio que había guardado secretamente su amor a Jesús por temor a los otros judíos; pero ahora, con todo valor llegó a pedir Su cuerpo.  Su amor le hizo vencer finalmente el temor que le tenía a los judíos incrédulos.  También Nicodemo, quien había llegado a Jesús de noche, fue junto con José de Arimatea, y ambos llevaron consigo especias, lo envolvieron en lienzos de lino y lo colocaron en la tumba, con una piedra grande en la entrada.  Después, a petición de los judíos, fue puesto el sello romano sobre la piedra que cerraba la tumba y una guardia para cuidarla.

1.    ¿Qué cualidades espléndidas le atribuye el evangelista Marcos a José de Arimatea?

2.    ¿Por qué cree usted que Cristo murió tan pronto, cuando algunos pasaban colgados por varios días antes de morir?

3.    Lea los Salmos 22 y 69 y compare sus profecías con su cumplimiento en la muerte y resurrección de Cristo.


II.    LA BIBLIA RELATA EL MINISTERIO DE UNAS MUJERES DEVOTAS (Marcos 15:47 a 16:4)

    Sólo un discípulo tímido y unas pocas mujeres tuvieron cuidado de Jesús a la hora de su muerte, mientras que los más fuertes lo abandonaron y huyeron.  Temprano, en la mañana de resurrección estas mismas mujeres fueron llevando especias aromáticas para embalsamarlo.  Es claro que ninguno de ellos había comprendido claramente el significado de las palabras de Jesús cuando les dijo que resucitaría al tercer día.  En efecto, su incredulidad y falta de entendimiento son grandes pruebas de Su resurrección.  Ellas no pudieron ir el día anterior porque era sábado, pero se levantaron muy de mañana el primer día de la semana; de modo que llegaron a la tumba como a la salida del sol.  Seguramente no sabían que Pilato había ordenado que sellaran la tumba.  Y aun sin tener el sello, no les habría sido posible remover la piedra porque era grande y pesada. Juan 20:1-2 dice que fue María Magdalena la primera que llegó a la tumba esa madrugada, cuando todavía estaba oscuro.  Fue ella quien corrió para darle las buenas nuevas de la resurrección a Pedro.  Ellas pensaban encontrarlo en la tumba; por eso entraron. Pero se sorprendieron al ver que no estaba, porque había resucitado.  Así, pues, las Escrituras afirman enfáticamente que Cristo está vivo.


PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1.    ¿Qué importancia tiene el hecho de que fueron mujeres las primeras en proclamar el mensaje de la resurrección?

2.    ¿Qué importancia tiene para nosotros el servicio que prestan las mujeres a Cristo?

3.    ¿Por qué otras razones creemos que hay oportunidades para las mujeres en la obra de Dios?


III.    MENSAJE DE UN HERALDO CELESTIAL (Marcos 16:5-7)

    ¡Qué sorpresa tan grande tuvieron las mujeres al encontrar a ese mensajero angelical sentado dentro de la tumba!  La sorpresa fue tan grande que ellas se asustaron mucho.  Pero él les dio un mensaje de esperanza: “Ha resucitado”.  Ellas esperaban encontrar el cuerpo colocado en la tumba en la misma forma como lo habían dejado.  Por el relato entendemos que ellas no estaban listas a regocijarse, sino que huyeron con “temblor y espanto”.  Pero, aunque estaban atemorizadas y tenían miedo de hablar (Marcos 16:8); al recordarse de las palabras que había dicho Jesús sobre Su propia resurrección, comenzaron a proclamar el mensaje entre todos (Lucas 24:9), tal como les indicó el ‘joven’, o sea el ángel en Marcos 16:7.


PREGUNTAS PARA DISCUTIR

A.    ¿Quién sería el ‘joven’ que encontraron sentado al lado derecho del sepulcro?

B.    A la luz de este pasaje de Hechos 2:17; 21:9, y otros más, ¿qué podemos decir del ministerio de las mujeres?  Entonces, ¿cómo debemos interpretar I Corintios 14:34-35?

C.    ¿Por qué en un principio estas mujeres tuvieron miedo?


PARA MEDITAR

1.    La crucifixión revela lo que los hombres pensaban de Cristo. La resurrección revela lo que Dios pensaba de Él.

2.    La existencia de la Iglesia demuestra la verdad de la resurrección; y la vida de cada creyente también, porque por la resurrección los hombres se convierten de sus pecados y se tornan a Dios.


ILUSTRACIÓN

EL MESÍAS HERIDO

      Una señora le dijo una vez a un muchacho judío en El Cairo, Egipto:
-¿Están esperando ustedes a un Mesías pronto?  
-Sí –contestó el joven- nosotros creemos que Él vendrá dentro de seis años.
-¿Tendrá heridas en sus manos? –le preguntó ella.

     Y mientras él la miraba muy interesado, ella continuó:
-Su profeta Zacarías dijo que al venir el Mesías le preguntarán: “¿Qué heridas son éstas en tus manos?" Y Él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos’ (Zacarías 13:6).  ¿Esperan ustedes al Mesías con heridas en sus manos?

      El muchacho se fue, pero apareció la siguiente mañana, muy preocupado, y le dijo:
-Yo no pude dormir anoche.  Toda la noche estuve preguntándome a mí mismo si Él tendrá heridas en sus manos, y si las tendrá ¿cómo las obtuvo?  He venido para ver si me puede decir más de eso”.  

      Todos podemos imaginarnos ¿cuál fue el gozo de aquella hermana al tener la oportunidad de contarle al joven judío la historia de la crucifixión, cuando Cristo fue herido por nuestros pecados, para resucitar al tercer día?

      Aquel muchacho recibió al Cristo crucificado y resucitado como su Salvador personal, y ha llegado a ser un instrumento en las manos de Dios para salvación de otros.
--Walter B.  Knight.

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