LECCIÓN 8  (regresar al índice)

EL REMANENTE DE DIOS RECONSTRUYE


PARA ESTUDIO: Nehemías 4:15-20; 6:15-16.
LECTURA DEVOCIONAL: Esdras 9:6-9.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Nehemías 4:6.

PROPÓSITO

    Reconocer que Dios es el Todopoderoso Quien puede fácilmente dar victoria a Sus siervos ante los ataques de Satanás.

PUNTOS IMPORTANTES

I.       CONSTRUCCIÓN DE LOS MUROS ANTE LA OPOSICIÓN (Nehemías 4:15-20)
II.      FINALIZACIÓN DE LA OBRA (Nehemías 6:15-16)


IDEA CENTRAL

      Los muros de Jerusalén fueron reconstruidos en 52 días gracias a la ayuda de Dios.  Los enemigos del pueblo de Dios, Sambalat y Tobías, no pudieron impedir que el trabajo se realizara.  Por eso cuando hagamos cualquier proyecto, dependamos totalmente de Dios.  Hay muchos enemigos que intentan detenernos en el avance de la obra de Dios.  En todo esto recordemos que tenemos que leer la Palabra de Dios y orar fervientemente a Dios para salir victorioso.


EXPOSICIÓN DE LA LECCIÓN

    Cuando Ciro conquistó Babilonia, no causó ni el menor daño a los judíos que allí se encontraban, sino más bien, les autorizó el regreso a su patria.  En el año 538 a. C., los judíos llegaron a su amada Jerusalén y comenzaron la reconstrucción del Templo, bajo la dirección de Esdras.  Más de cincuenta años después de haber terminado el templo, Nehemías llegó a Jerusalén con fines de reconstruir también los muros.  Él era copero del rey Artajerjes de Persia, y éste lo autorizó para volver a su tierra a comenzar la reedificación de los muros.  Dios había comisionado a Ciro de Persia para efectuar la liberación de Su pueblo y ver que el Templo y la ciudad fueran nuevamente levantados.

    En los primeros cuatro versículos del capítulo 1 de Esdras se puede leer la comisión de Dios a Ciro.  Dios hizo que él sintiera el deseo de conquistar muchas tierras, y edificarle casa en Jerusalén.  Ciro no conquistó Babilonia por su propia ambición, sino en cumplimiento del mandato de Dios; y emitió un decreto incitando a todas las gentes a ayudar con materiales para la reconstrucción del Templo del Dios de Israel, convencido de que Jehová es Dios.


I.    CONSTRUCCIÓN DE LOS MUROS ANTE LA OPOSICIÓN (Nehemías 4:15-20)

En cuanto llegó Nehemías, la obra comenzó.  Pero, comenzaba la obra, se enojó Sambalat, un gobernador samaritano, y Tobías amonita.  Se burlaron grandemente de la obra que estaban haciendo, y después hicieron planes concretos de hacer guerra contra los judíos, formando una alianza con los países árabes.  Pero los judíos desbarataron sus planes a través de la oración.

Después de eso, las tareas fueron un poco diferentes.  Solamente la mitad de los obreros continuaron trabajando en la obra, mientras los demás vigilaban bien armados.  Y aun los que trabajaban estaban todos armados para la defensa.

El perímetro de la ciudad, a lo largo del cual se levantaba el muro, era extenso. Esto hacía que los judíos estuvieran separados unos de otros, lo cual era un obstáculo para una batalla si sus enemigos los atacaban.  Pero tenían instrucciones claras para mantener la unidad en caso de un ataque sorpresivo.  Si los enemigos atacaban en un sector, la trompeta sonaría en esa parte, y todos debían reunirse inmediatamente para defender.  Su confianza no residía en las armas humanas, sino en Dios, “Nuestro Dios peleará por nosotros” (vs. 20).

La construcción del muro continuó su marcha; mientras tanto, sus enemigos, Sambalat, Tobías, Gesén el árabe y otros más, planeaban un complot para asesinar a Nehemías, invitándolo a una fiesta en un lugar apartado.  Pero éste no fue engañado por sus enemigos, porque él era guiado por Dios.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1.    ¿Por qué no querían los enemigos de los judíos que se reconstruyeran los muros de Jerusalén?

2.    ¿Por qué tuvieron éxito los judíos?  ¿Qué beneficios hay reservados para nosotros cuando oramos?


II.    FINALIZACIÓN DE LA OBRA (Nehemías 6:15-16)

La reconstrucción de los muros comenzó en agosto del año 445 a. C., y se terminó en octubre, a los 52 días.  Es admirable la rapidez con que fue terminada una obra tan grande como ésa.  La razón es que prácticamente todos los hombres estaban trabajando, y todos estaban inundados de un gran amor patriótico, pero, principalmente, porque confiaban en Jehová. La tarea no fue fácil, sino más difícil de lo que podríamos imaginarnos.  El enemigo estaba siempre listo para impedir la labor, pero más pronto estaba Dios para librar a Su pueblo.

Terminada la obra, todas las naciones temieron y se sintieron humilladas.  Todas habían hecho esfuerzos conjuntos para evitarles la reconstrucción, y no habían prevalecido.  Si no habían podido vencer a los judíos cuando vivían en una ciudad sin muros, ¿cómo podrían vencerlos ahora que ya tenían amurallada su ciudad?

Todos sus vecinos tuvieron que reconocer que la construcción del muro, no la habían llevado a cabo solos, sino con la ayuda del Dios todopoderoso.

PREGUNTAS PARA DISCUTIR

1.    ¿En cuánto tiempo, aproximadamente, pueden cinco albañiles juntos construir una casa?  ¿Podemos calcular el tiempo necesario para reconstruir los enormes muros de Jerusalén?  ¿Cuál sería el factor principal para lograr realizar toda la obra en 52 días?

2.    ¿A qué se debió el temor de sus enemigos?

3.    ¿Podemos nosotros también burlar a Satanás con nuestra confianza en Dios y valor?


REFLEXIÓN

1.    La oración es esencial, pero también necesitamos estar alertas.

2.    El cristiano debe reconstruir también los muros de su seguridad personal, sus fuerzas y su salvación, reafirmando su fe y entrega a Cristo.

3.    ¿Hay muros de defensa en su iglesia?  ¿Los hay en su propia vida?

4.    ¿Cómo puede defenderse usted de sus propios Tobías y Sambalat?

  (regresar al índice)